Los cuidados paliativos, de reciente implantación en nuestro país, ofrecen al trabajador social un importante campo profesional.
El modelo de atención que requiere su desarrollo está basado en una atención integral de todos los problemas que genera la situación de enfermedad terminal y la necesidad de atender al enfermo y a su familia como una unidad. Al mismo tiempo, implica que la labor del trabajador social haya sido básica tanto desde las primeras experiencias en los Hospice ingleses como lo aplicado en nuestro país.