La RTS siempre ha creído que el mundo profesional y el académico pueden y deben ir de la mano. Esta premisa ha quedado acreditada a lo largo de la vida de la revista, y este Consejo de Redacción ha mantenido su compromiso de continuar trabajando para que la RTS sea un espacio de encuentro entre las trabajadoras sociales en el ejercicio práctico y las que se dedican a la docencia universitaria.

Si entendemos el Trabajo Social como una disciplina científica de las ciencias sociales y no solo desde el ejercicio profesional, hay que considerar la investigación como una parte inherente a la intervención social que nos ayudará en el análisis de la realidad social en la que intervenimos; a evaluar y repensar la acción social; a buscar nuevas miradas y ajustarnos a los retos que se le plantean al Trabajo Social. Pero la investigación precisa del material que puede ofrecer el ejercicio práctico de la profesión, requiere abordar el conocimiento práctico y la realidad a las que las trabajadoras sociales se enfrentan a diario, para contribuir al crecimiento de la profesión. Parece evidente entonces la necesidad de establecer puentes entre el ejercicio profesional práctico y el académico. La práctica profesional precisa de la teoría, y la historia de nuestra profesión nos lo recuerda de forma clara.

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