La actual crisis económica global presenta nuevos desafíos para el trabajo social. Uno de los resultados más visibles de la crisis es la progresiva marginalización de grupos sociales excluidos. Este artículo sugiere que bajo las actuales circunstancias la práctica del trabajo social requiere un cambio que refleje la magnitud de la crisis y su impacto negativo en los tradicionales campos de acción del trabajo social. El artículo sugiere el concepto de Práctica Inclusiva del Trabajo Social (ISWP Inclusive Social Work Practice),2 un marco conceptual cuyos principios responden a cuatro procesos de exclusión estrechamente relacionados con la presente crisis global: extremo aislamiento social, creciente dependencia, deprivación múltiple y opresión internalizada. El autor describe el impacto de la crisis global en patrones de exclusión social y presenta los fundamentos metodológicos del marco ISWP.