Con este artículo les quiero transmitir lo que me ha aportado la formación en Terapia Gestalt en mi quehacer profesional. La atención a personas ciegas es extrapolable a otros ámbitos del trabajo social. Desde una forma de intervención social directiva y especializada en servicios para ciegos cambia a una relación dialógica con más espacio para la expresión emocional, acompañando, prestando apoyo o confrontando con la realidad además de enfatizar en los recursos y capacidades del propio usuario más que en sus dificultades. El enfoque gestáltico permite, desde un proceso de formación experiencial, ponerse en el lugar del otro, no enjuiciando, siendo consciente de los límites personales y institucionales. Proporciona una percepción global, en el aquí y el ahora, facilitando la creatividad huyendo de las respuestas mecanizadas en los servicios de atención social.