La dimensión de las competencias referidas a las actitudes de los estudiantes, futuros profesionales del trabajo social, son las de mayor dificultad de evaluación, si bien se distingue que su incorporación en la práctica profesional es de suma importancia. La educación de trabajo social basada en competencias se creó precisamente para ofrecer a los estudiantes herramientas competenciales básicas en su futuro profesional. Las propuestas formativas de grado incorporan el aprendizaje basado en competencias desde una perspectiva holística, pues en el ejercicio profesional estas competencias deben mostrarse en conocimientos, procedimientos cognitivos, habilidades y valores. La evaluación de los diferentes objetivos de aprendizaje ha de proporcionar evidencias de que los estudiantes están capacitados para el desarrollo competente profesional. Sin embargo, si nos atenemos a las competencias relacionadas con los componentes de actitud, aquellos que podrían englobar también la identificación y comprensión de los valores fundamentales del trabajo social y la aplicación de estos, así como igualmente la identificación y la comprensión de la influencia de los propios valores en los juicios profesionales, y la responsabilidad que de estos se deriva; estas son de difícil medición e incluso pareciera que se ha ido produciendo una dejación progresiva por lo que respecta a su aprendizaje y evaluación. Las competencias se reconocen imprescindibles en el aprendizaje y el desarrollo profesional, pero se observa que en su adquisición se priman las cognitivas e instrumentales sobre las referidas a actitudes y valores. El presente artículo tiene como objetivo principal ofrecer una visión subjetiva de un diálogo organizado en el que dos profesoras exponen una visión acerca de estas competencias actitudinales a lo largo del desarrollo del grado.
Artículo
Percepciones subjetivas: diálogo y reflexión de dos profesoras sobre los estudiantes del Grado de Trabajo Social
Resumen
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Palabras clave:
Grado de Trabajo Social, aprendizaje por competencias, saber ser, ética de la virtud, cambio generacional