Con este artículo hago un recorrido por lo que ha sido para mí el hecho de ser y hacer de supervisora desde el Trabajo Social como autónoma y en el ejercicio libre de la profesión en los últimos 20 años.
El contenido recoge aspectos vivenciales y otros de carácter conceptual, técnico y metodológico en torno a esta práctica que sitúo en tres apartados: en el primero, un análisis de aquellas experiencias profesionales y personales que influyeron en esta opción profesional; en el segundo, dar cuenta de las razones que justifican la necesidad de espacios de supervisión, explicando a la vez qué es y qué puede aportar la supervisión; y finalmente, describir las modalidades de supervisión con las que más he trabajado, haciendo una mención especial a la supervisión en contextos institucionales, con equipos interdisciplinarios y con grupos de profesionales.