El artículo explica la experiencia de Trabajo Social de comunidad realizado en un barrio de Barcelona que se encontraba en proceso de extinción progresiva dadas sus precarias condiciones de vida. Primero se hace una descripción del barrio para luego exponer el contexto histórico y surgimiento del grupo promotor del Trabajo Social en la comunidad. Se ahonda en el proceso, complicado, para lograr la desaparición del barrio y el papel que en este jugó “la asistente social”. Asimismo, se presentan y analizan los resultados del estudio realizado para contar con un diagnóstico que facilitó la negociación con las familias para que salieran del barrio y se trasladaran a viviendas con condiciones dignas para vivir.
Se concluye reflexionando sobre los logros del trabajo comunitario durante más de cuatro años, que facilitó un verdadero proceso de cambio y que contribuyó al surgimiento de un sentimiento identitario de comunidad. Asimismo, se realza la labor del trabajador social como agente movilizador mediante la aplicación de nuevas técnicas de intervención, todas ellas promotoras de la participación comunitaria y de los cambios deseados.