“El compromiso ético es, desde la mismísima fundación del Trabajo Social como profesión, su sello inconfundible. La sensibilidad ética ha sido y sigue siendo uno de los distintivos de esta profesión” (pág. 147). Estas palabras resumen una de las aportaciones principales y más interesantes del libro. Aunque dedica varios capítulos a desgranar temas concretos ligados al Trabajo Social psiquiátrico (TSP), mi valoración es que lo más importante reside en el subtítulo del libro, en cómo dimensiona y pone en valor la ética profesional, esto es lo que lo convierte en un libro de Trabajo Social (TS) diferente, que intenta llegar no solo “al cerebro” sino también al alma, a la dimensión emocional y humana que hace tan valiosa nuestra profesión y que sin embargo a menudo también nos desconcierta y nos puede hacer sufrir.

Hacen falta autores que se atrevan a pensar y a escribir sobre aquellos aspectos del TS que cuestan más de concretar y definir, él lo consigue llevar a cabo de forma clara, entendedora y al mismo tiempo profunda.