“Una infancia infeliz no determina la vida” (Cyrulnik, 2001). Ante esta afirmación se plantea la importancia de reflexionar sobre los niños y las niñas que han sufrido situaciones traumáticas (maltratos físicos o psíquicos, abusos sexuales y/o situaciones de negligencia), y la necesidad de reconocimiento y reparación por parte de los adultos hacia el mal ocasionado a los hijos y las hijas.
Los buenos tratos a la infancia aborda estas situaciones desde la perspectiva de cómo prevenir y afrontar los maltratos, así como analizar la transformación del bienestar infantil en bienestar adulto y emocional.