Resumen
Algunos divorcios presentan alta conflictividad derivados de las controversias en relación al ejercicio de la guarda de los menores. Dado que la respuesta estrictamente jurídica no es suficiente, se han ido incorporando diversos recursos con una perspectiva más psicosocial (entre otros los Equipos de Asesoramiento Técnico, Puntos de Encuentro Familiar, mediación, y últimamente la figura incipiente del coordinación de parentalidad). El artículo recoge algunas de las características de estos servicios. Finalmente remarca como la coordinación parental puede convertirse en uno de los nuevos roles del trabajo social dadas sus coincidencias en los métodos, técnicas y objetivos de trabajo.