La ruralidad como escenario de intervención ha sido poco considerada en el marco de los campos del Trabajo Social. Pese a ello, al analizar sus condiciones sociales, económicas, culturales y políticas, se encuentran situaciones que requieren del estudio, seguimiento y aporte de las ciencias sociales que identifiquen en las familias y en las comunidades necesidades y formas de abordaje, especialmente en un país como Colombia, en el que los territorios rurales han sido de poco interés y atención. En el año 2016
el gobierno colombiano firmó un acuerdo de paz con el grupo Fuerzas Armadas Revolucionarias FARC-EP, y en dicho acuerdo uno de los puntos era “mejores oportunidades para el campo”. Han pasado cinco años y aún falta bastante voluntad para superar los problemas sociales que aquejan a las poblaciones rurales. Desde el Trabajo Social se han venido proponiendo herramientas que forjen bases para la construcción de la paz desde ámbitos micro como son las familias.
La investigación (Bedoya et al., 2016) de la que se deriva este artículo buscaba comprender escenarios y prácticas familiares para la generación de estrategias de educación para la construcción de paz territorial; se desarrolló con perspectiva cualitativa con familias rurales en el municipio de Guayabal de Síquima, con quienes se identificaron niveles de participación, capacidades y aportes como sujetos colectivos de derechos, con lo cual el presente artículo permite analizar las posibilidades de intervención desde el Trabajo Social para contribuir a la construcción de paz con la que soñamos en Colombia.