Este artículo describe la puesta en funcionamiento, en poco más de tres semanas, de un dispositivo de acogida y confinamiento para centenares de personas sin hogar en la ciudad de Barcelona. El dispositivo tenía la misión de garantizar el derecho a cumplir el confinamiento estricto impuesto por las autoridades sanitarias y de protección civil a todas las personas que se encontraban en aquellos momentos durmiendo en las calles de la ciudad.
Los datos recogidos durante la puesta en marcha del dispositivo de alojamiento de emergencia permiten analizar algunas características de la población atendida entre marzo de 2020 y julio de 2021. Se constata que de las personas que pasaron por el dispositivo, un 54% no se encontraba en situación de calle antes de la pandemia, sino en situaciones de vivienda inadecuada o insegura; que un 27% se quedaron en la calle de forma sobrevenida a causa de la pandemia; y que un 38% llevaban menos de seis meses sin alojamiento.
El funcionamiento del dispositivo y las características de las personas que hicieron uso de este nos llevan a plantear la necesidad de diseñar servicios que tengan en cuenta la creciente permeabilidad entre las diferentes categorías ETHOS de sinhogarismo y exclusión residencial.