Asumiendo una concepción del ser humano como ser esencialmente deseante se analiza el funcionamiento del capitalismo actual. Se argumenta que el sistema neoliberal es una disfunción psicopatológica del capitalismo y que, como toda enfermedad, acaba perjudicando a la mayoría del organismo social. El capitalismo sin ningún tipo de regulación, enferma, deja de ser eficaz y eficiente. SE descontrola y se comporta como un niño pequeño avaricioso, adicto, perverso, psicopático, violento y delirante. La crisis actual no es sólo una cuestión económica, ha sido producto de la codicia de unos pocos y de la avaricia de muchos. Desde una óptica similar estudiamos el fenómeno de la corrupción. La conclusión final es que todo esto que estamos sufriendo, el sistema capitalista actual, la crisis y la corrupción, no dejan de ser, en el fondo, problemas de tipo psicológico.